Hoy
voy a comentaros las sensaciones que el libro “El color de la
maldad” de Armando Rodera me ha dejado. He comprado y leído esta
novela gracias a la lectura conjunta que ha organizado Laky, del blog
Libros que hay que leer.
Nos
encontramos ante una novela policíaca, de misterio, llena de
asesinatos muy creativos, y en la que se ha hecho uso de una gran
dosis de imaginación.
La
historia comienza cuando Laura Buendía Jiménez y Ramiro López
Sañudo, una pareja de enamorados pueden por fin, disfrutar a solas
de un merecido fin de semana romántico. De esos que incluyen un
desayuno relajado, un hotel fuera del bullicio de las grandes
ciudades y unas vistas preciosas.
Se
dedican a hacer turismo, visitando todo aquello que les interesa de
los alrededores del pueblo donde se hospedan. Pero de forma
totalmente imprevista Ramiro decide llevar a Laura a un sitio que
cree que le encantará (un parador en Plasencia ubicado en el antiguo
convento de Santo Domingo), y que será su perdición. Allí, en lo
alto de una colina, encontrarán su coche con las puertas abiertas y
las llaves puestas; y en el suelo una manta de viaje, algo de comer y
de beber que habrían llevado los jóvenes hasta ese lugar. Y no hay
ni una pista más. Laura y Ramiro desaparen sin dejar rastro.
El
inspector del caso es Francisco Bermejo. Es un policía listo, y su
“coco” es su mejor arma. En él recaen “los casos más
peligrosos del panorama, fueran del calado que fuesen, excluyendo
temas de terrorismo”. Pero Bermejo no está pasando por su mejor
momento. Como suele decirse “A perro flaco todo son pulgas”, y es
que Paco (como quiere que le llamen sus amigos) tiene dos hijos
universitarios a los que ve poco porque viven en el campus, una mujer
que le pide el divorcio, un físico que le va abandonando poco a poco
y un compañero que se ve afectado por un disparo y aún continúa
grave en el hospital tras una operación antidroga que sale mal.
Por
otra parte, el que acompañará a Bermejo en esta investigación será
un sargento de la UCO llamado Pablo Roncero: un chico joven,
inteligente, con “un cuerpo de metro noventa de puro músculo que
no hacía juego con unos ojos inteligentes escondidos detrás de
gafas de sabelotodo”, universitario, que controla la informática y
habla varios idiomas. Gracias a sus padrinos, entró directamente en
la unidad del comandante Antúnez, sin hacer ni una sola patrulla,
pero en poco tiempo, gracias al éxito alcanzado en diversas
misiones, se ganó a pulso el reconocimiento de sus semejantes y
superiores.
Roncero
y Bermejo, como se puede ver, son muy diferentes entre sí (edad,
estudios, gustos) pero se compenetran muy bien en el trabajo.
También
entra en escena Miriam, una periodista joven, con carácter guapa,
escultural, que no pasa desapercibida allí por donde va. "Su
melena rubia, ondulando al viento, era inigualable. Sólo tenía que
fijarse en la multitud de hombres que volvían al cuello al verla
pasar". Y para ponerle algún defecto, que ya me ha dado envida,
es impuntual. Su jefe la enviará a investigar este caso y sin querer
se verá envuelta en él.
La
presentación de nuestro secuestrador asesino es simplemente genial.
No sabemos casi nada de él. Armando Rodera nos va contando cosas a
cuenta gotas, con lo que no puedes imaginar ni pensar en quién puede
ser. No hay pistas. En cambio, te va descubriendo su pasado y su historia poco a poco, dejando que el caramelo que nos ha puesto el autor en la
boca se vaya deshaciendo y podamos disfrutar de él lentamente.
Casi
a mitad del libro descubrimos que nuestro secuestrador asesino, usa
el apodo de Jason. Se enamoró de España, de su cultura, del sol que
irradiaba una luz maravillosa, de sus gentes y del entorno que le
rodeaba. Además su físico es deslumbrante: "Su rostro, casi
cincelado, con la recta nariz de un patricio romano y el mentón
prominente, característico de su larga estirpe. Vio sus ojos azules
grisáceos anhelantes, despiertos, dispuestos para la acción".
Jason
es un estudioso del comportamiento humano en situaciones de presión:
los gestos, las posiciones del cuerpo y el lenguaje corporal no le
son en absoluto indiferentes. Capta con facilidad la sensación de
pánico y terror que transmiten las personas aunque se escondan tras
una fachada de indiferencia.
Lo
que Jason tiene pensado para su primera pareja, Laura y Ramiro, no
sale como él esperaba. Tampoco quiere fallarle al Elegido en su
primera tarea, así que decide dejar una especie de representación,
un teatro sangriento, que nuestros policías tendrán que ver y
estudiar.
Nuestros
policías, Bermejo y Roncero, tendrán la sensación durante la historia de que hay
“demasiados focos, pocos efectivos y un asesino suelto dejando un
reguero de víctimas”, donde cada crimen es aún más horrendo que
el anterior.
“El
color de la maldad” es una novela que nos lleva de viaje por varias
poblaciones de España: Extremadura, Salamanca, Madrid, Barcelona, y
en la que podemos encontrar varios refranes como: "Que hablen de
uno, aunque sea mal", "Dime de qué presumes y te diré de
qué careces", "No está hecha la miel para la boca del
asno". Como habéis podido comprobar los personajes están muy bien perfilados, cada uno con su carácter, su físico y su cometido dentro de la obra.
Y
de sus frases me quedo con la siguiente: "El brillo acerado del
iris de aquellos ojos crueles volvió a sobresaltarla. Vio un extraño
color en ellos, quizás el color de la maldad".
Resumiendo, "El color de la maldad" es una novela trepidante, emocionante, bien
contada, con una historia sorprendente, que no podéis dejar pasar. Y aún
temiendo que me matéis, os voy a contar cómo termina esta novela:
"Nunca se sabe lo que nos depara el destino".
Esta es una reseña perteneciente a la iniciativa de Kayena.
Gracias por la reseña, sí que parece estar bien.
ResponderEliminarLa verdad que me llama mucho el libro, espero no tardar en leerlo, besotes
ResponderEliminarLo tengo aún por leer, pero en el kindle.
ResponderEliminarMe alegra que lo hayas disfrutado y lo recomiendes con tanta seguridad.
Besos
Hola guapa!!!
ResponderEliminarGracias por la reseña, no tiene mala pinta :D
Un besote!!!
Bueeeno, te perdonamos que nos hayas contado el final jajaja
ResponderEliminarMuchas gracias por participar y por esta completísima reseña. Me alegra mucho que hayas disfrutado de la novela (como todos los demás hasta ahora por otra parte) y te animo a que sigas leyendo al autor, que yo creo que no te decepcionará
Besos
La leí hace un par de veranos y me gustó mucho, estuve enganchadísima y la ambientación me encantó
ResponderEliminarbesos
¡Muchas gracias por la reseña, Isabel! Me alegra que te haya gustado mi novela, y como dice Laky, te animo a seguir leyendo alguna de mis otras obras si te apetece.
ResponderEliminarSaludos.
jaja te perdonamos por "contar" el final ;)
ResponderEliminarPues ya he visto varias reseñas y todas coinciden en la valoración, así que no me queda otra que leerlo tarde o temprano :)
Me alegro de que lo estéis disfrutando tanto.
Al principio no me llamaba mucho la atención esta novela pero la verdad es que cada vez me apetece más. Besos
ResponderEliminarMerece la pena leerla. Es una muy buena lectura, que tiene de todo: intriga, asesinatos, imaginación, ...
ResponderEliminarUn saludo.
A mí también me gustó mucho, merece la pena leerla.
ResponderEliminarUn beso!
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Teresa.
ResponderEliminarUn saludo.
Malo, con un lenguaje muy rebuscado, obsoleto y viejuno. Los diálogos son lo menos creíble. La historia, pesada y aburruda. Prescindible
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