Buenos días blogueros,
No sé cuál es la razón por la que los libros de algunos escritores reconocidos a nivel mundial se quedan en la retaguardia. Ese ha sido mi caso con Fred Vargas, una autora de la que he leído críticas muy positivas pero con la que nunca me he atrevido. Gracias al reto de Marisa de la A a la Z me he puesto con una de sus novelas: Que se levanten los muertos.
SINOPSIS:
SU AUTORA:
Fred Vargas ( Frédérique Audouin - Rouzeau, París , 1957), medievalista y arqueóloga, se dedica de forma paralela a la literatura policíaca, habiéndose convertido desde sus primeras novelas en un arrollador éxito, no solo en su país sino también en las 32 lenguas en las que ha sido traducida. Original en su concepción del género, obras como El hombre de los círculos azules, Más allá, a la derecha, Que se levanten los muertos, Huye rápido, vete lejos, Sin hogar ni lugar, Los que van a morir te saludan, El hombre al revés o Bajo los vientos de Neptuno han hecho a Fred Vargas acreedora de galardones como el Prix Mystère de la critique ( 1996 y 2000), el Gran Premio de la novela negra del Festival de Cognac (1999), el Deutsche Krimipreis (2004 ) y el Giallo Grinzane ( 2006).
OPINIÓN:
Que se levanten los muertos es una novela de trescientas once páginas escrita por Fred Vargas, publicada en 2008 por Ediciones Siruela y traducida por Helena Del Amo.
En la obra tenemos como protagonistas unos personajes atípicos, al menos para mí. Nos encontramos con tres historiadores, cada uno especializado en una etapa histórica diferente, cuyos únicos puntos en común son tener treinta y cinco años y estar sin blanca.
Así, Mathias Delamarre es un prehistoriador, alto, rubio, con ojos azules y fuerte. Es muy callado, reservado y un pozo de sabiduría. Tiene habilidades que pueden recordar a los hombres de las cavernas. Es el prototipo de cazador-recolector y se dedica más a dejar que los demás se alimenten e intenta calmar los ánimos de sus acompañantes con lo que tiene más a mano. En este caso, pan. Le encanta ir desnudo porque es como más cómodo se siente.
-No estoy completamente desnudo, llevo puestas las sandalias - respondió Mathias tranquilamente.
Marc Vandoosler está especializado en la Edad Media. Es delgado, siempre viste de negro y nunca se desprende de sus cuatro grandes anillos de plata, medio africanos medio carolingios. Al contrario que Mathias, Marc hace de su charlatanería un arte. Con él descubriremos las propiedades curativas de caminar, para despejar la mente y poder pensar con claridad. Da importancia a los hechos y no a las apariencias, y no se da por vencido cuando todos los indicios señalan en una única dirección.
La búsqueda de lo excepcional obliga a plantearse que lo esencial normalmente está oculto.
Prever las maniobras del adversario, amigo mío, es el auténtico secreto de una guerra.
A lo largo de la novela, por supuesto, aparecen otros personajes como Juliette Gosselin, una guapa mujer propietaria de la taberna Le Tonneau situada a la izquierda del caserón, Alexandra y su pequeño hijo Cyrille, y alguno más, pero el peso lo llevan nuestros protagonistas.
Fred Vargas ha conseguido con la novela Que se levanten los muertos una historia pausada. No se deshace en descripciones de lugares y personas, pero sí se centra en los protagonistas, en su forma de ser (carismáticos, buenos, encantadores), en la forma en la que conviven y actúan. Nos muestra cómo ser diferentes puede ser algo bueno si se dejan atrás las diferencias y se aúnan las características que les hacen únicos para ver el misterio desde otras perspectivas. Los tres evangelistas dan lo mejor de sí mismos en la búsqueda de Sophia y en la resolución del misterio. Cooperan, se distribuyen el trabajo y se organizan. Parecen verdaderos investigadores y es que realmente lo son, aunque especializados en otros períodos históricos.
No se puede ser historiador si no se sabe curiosear.
Para más información:
Fred Vargas es una de mis eternas autoras pendientes de leer alguna de sus novelas. Me llama mucho la atención lo que cuentas sobre los llamados Tres evangelistas, ya sólo por seguir sus investigaciones partiendo de los períodos históricos que están habituados a trabajar. Me da la sensación de que has disfrutado con su lectura. Un abrazo.
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