Buenas noches,
"Puzle de sangre" es uno de los libros que he podido leer gracias a la colaboración que Casa del libro tiene con Kayena del blog Kayena: Negro sobre blanco y la iniciativa de ésta del "mes de la novela negra, de misterio y policíaca" que se celebra durante todo este mes de Junio.
Puzle de sangre es una historia contada por nuestro asesino. O mejor dicho nuestros asesinos Sabio y Socio. De esto no te das cuenta en un primer momento, lo que hace que te hagas un pequeño lío averiguando quién de los dos habla en cada momento. Además no sabemos quienes son ni cómo se llaman. Ni siquiera conocemos los apodos de Sabio y Socio hasta más adentrada la novela.
El primer capítulo es impresionante. Tiene un ritmo ágil y rápido y ya en él hacen aparición dos cadáveres y dos personas que no son quienes dicen ser (Sabio y Socio). A lo largo del libro descubriremos que ambos tienen una relación que no queda clara, ni al principio ni al final. No se sabe porqué están juntos, cómo se han conocido, qué tienen en común ni por qué hacen este trabajo conjunto.
"Puzle de sangre" comienza con un llamada de una mujer (Susana) a un personaje que se hace llamar "Luis", pero que no es su verdadero nombre. Susana quiere encargar a Luis un trabajo, que no es otro que el de asesinar a su marido, Jaime Barceló, un escritor frustado que trabaja como profesor.
El asesino antes de rematar al señor Barceló hace un seguimiento de su rutina, y descubre que cada viernes se daba cita en un restaurante con dos compañeros para cenar y "hablar de libros leídos y de libros que, quizás, nunca llegarían a escribir y, sobre todo, nunca conseguirían publicar". El hombre le daba pena a su asesino pues logró identificarse con él pensando que al igual que los trabajos del profesor no iban a ser reconocidos, los suyos también quedaban a la sombra (pues no quería que la policía le pillase). Además en esas cenas y todos los fines de semana se cogía unas buenas melopeas, que eran vox populi.
En cuanto a su mujer, Susana Francés, provenía de una familia rica. "Había sido una de las jóvenes más apetecibles del pueblo. Y ahora, con sus 40 años, seguía siendo una mujer de bandera: elegante y altiva, con buena ropa y gusto para el maquillaje, una de esas mujeres que hasta para ir a comprar el pan se ponen tacones y caminan comiéndose el mundo".
También aparecen el cabo de la policía Cristóbal Valdés, con 120 kilos de peso y al que los amigos seguían llamando Tito, a pesar de tener más de 40 años. Paula, su compañera, que estaba de muy buen ver. Merche, la camarera del bar que solían frecuentar y novia a escondidas de Paula.
Alfonso Beltrán Abellán es un reportero muy conocido y su hermano Rafael, un pobre hombre que se trajo a España a Estrella, una mulata con la que se casó y a la que le prometió el oro y el moro, y a la que no pudo darle todo lo que había previsto y puso a trabajar en distintos sitios.
También hace aparición un grupo de presos que se encuentran por casualidad fuera de la cárcel y montan unas peleas y broncas de cuidado, incluso entre ellos. Y es que todo vale por la pasta.
"Puzle de sangre" es una novela con un lenguaje muy desenfadado: "Era un cretino patético y no digo más". Realmente el nombre hace justicia a la novela, pues hay muchísimos asesinatos, todos ellos sin esclarecer.
Como supongo que habréis imaginado a lo largo de la reseña esta historia no me ha gustado. No le encuentro sentido a lo que ocurre (ni a los engaños, ni a las muertes). Me recuerda a las películas absurdas de Santiago Segura. Así que si te gusta Santiago Segura y sus películas, te gustará esta novela. Yo no soy de ese estilo.
"Y el plan era tan bueno porque la gasolina que lo hacía funcionar era la mezcla de un combustible inagotable: el sexo y el placer"