Buenos días blogueros,
Hoy os doy mi opinión sobre un libro que leí en mi adolescencia (hace mucho tiempo) y con el que me he encontrado recientemente por segunda vez. Se trata de El octavo mandamiento del escritor Lawrence Sanders.
SINOPSIS:
SU AUTOR: Lawrence Sanders
Lawrence Sanders |
La vida del escritor estadounidense Lawrence Sanders, quien alcanzó una gran popularidad a nivel mundial gracias a la saga traducida al español como “El pecado mortal”, comenzó en Nueva York el 15 de marzo de 1920.
Tras cursar sus primeros estudios en una escuela pública cercana a su domicilio, el autor asistió a Wabash College, institución donde completó una licenciatura en Artes.
En 1943 se sumó al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos.
Interesado por la escritura, dedicó varios años de su existencia a la creación de textos periodísticos y, después de numerosas temporadas sumando experiencia como editor y redactor, se animó a probar suerte como novelista, una faceta que lo consagró como figura de renombre internacional dentro del ámbito literario.
En 1971, a meses de haber lanzado “The Anderson Tapes” (que llegó a ser bestseller y se tradujo a una treintena de idiomas), Sanders fue galardonado con el Premio Edgar. Desde entonces, su fama no dejó de crecer y las satisfacciones profesionales fueron en aumento.
“Las crónicas de Marlowe”, “Los placeres de Helen”, “El primer pecado mortal” (serie que se extiende en distintos volúmenes hasta el cuarto pecado), “El sexto mandamiento” (colección complementada con el séptimo, octavo y décimo mandamiento) y la saga McNally (“El secreto de McNally”, “La suerte de McNally”, “La treta de McNally”, etc, lista que se enriquecería tiempo más tarde con relatos creados por Vincent Lardo) son parte de los trabajos que permiten apreciar las habilidades literarias de Sanders en diversas lenguas.
El 7 de febrero de 1998, este prolífico y afamado novelista que se convirtió en el autor favorito de muchos amantes de las historias de suspenso y misterio encontró la muerte en su hogar ubicado en Pompano Beach, una ciudad perteneciente al estado norteamericano de Florida.
OPINIÓN de El octavo mandamiento:
"Los hombres me tratan con aire risueño; las mujeres con compasión. Me llamo Mary Lou Bateson, pero el apodo "Dunk" me ha seguido desde Des Moines hasta Nueva York. De alto mido casi uno ochenta ocho ... descalza."
Dunk nos cuenta rápida y brevemente su vida hasta que comienza a trabajar como numismática en Grandby and Sons, una antigua y respetada casa de subastas. Es natural de Des Moines, la capital de Iowa. Es una joven muy alta y delgada y por eso dicen que recuerda a una espiga.
A partir de este momento, comienza nuestra historia. Veremos que el peso de la novela El octavo mandamiento lo llevan tres personajes: nuestra protagonista, Dunk, sospechosa del robo de la moneda; Al Georgio, policía encargado de investigar el suceso; y Jack Smack, investigador de la póliza del seguro de la compañía Grandby and Sons.
Dunk no entiende cómo ha podido desaparecer la moneda. Además, quiere limpiar su nombre por lo que, cuando es suspendida de empleo y sueldo de forma temporal, se dedica a investigar el robo de la decadracma.
En su investigación acabará colaborando con Al Georgio y Jack Smack, dos jóvenes apuestos e inteligentes que caerán rendidos a sus pies. Ambos son completamente diferentes el uno del otro, totalmente opuestos. Uno es serio y responsable, el otro es alocado y divertido. Uno tienes ganas de sentar la cabeza y el otro solo quiere vivir la vida. Y en medio se encuentra Dunk, abrumada de los halagos que recibe, de las atenciones que le prestan y de tener, por fin, dónde elegir.
Uno pasa la mitad de la vida coleccionando cosas y la otra mitad librándose de ellas
La novela El octavo mandamiento de Lawrence Sanders me recuerda un poco a esas películas domingueras que proyectan en televisión y cuyo único fin es entretener. Digo esto porque si empiezas a cuestionar lo que va ocurriendo en la película te vuelves loco, no tiene ni pies ni cabeza, no tiene sentido. Hay cosas que ocurren porque tienen que ocurrir para que la trama continúe, pero no es ni mucho menos lo más lógico. En esta novela, por ejemplo nos encontramos con la situación de que nuestra protagonista es contratada por una familia adinerada para investigar un robo. Y mi pregunta es: ¿no sería más lógico contratar un detective privado para investigar el caso en cuestión y no a una persona sin experiencia y encima sospechosa de haber cometido el delito?
A lo largo de la novela también veremos que las cosas más importantes son deducidas precisamente por Dunk, nuestra protagonista y no por Al, el policía, ni por Jack, el detective el seguro.
En esta historia podemos comprobar que el dinero no da la felicidad y que las apariencias casi siempre ocultan la verdad, cosas que se contradicen con lo que se muestra al público. Seremos testigos de los tejemanejes de las personas adineradas involucradas en el robo y de sus formas de vida, no siempre austeras.
El octavo mandamiento es una novela que mezcla el robo de la Demaretion con varios asesinatos y cuya trama queda totalmente resuelta. Su autor, Lawrence Sanders, ha conseguido una novela con un lenguaje bastante desenfadado e informal, fácil de leer, que no se hace pesado. Una novela que nos hará pasar un rato entretenido, aunque, como os digo, desde mi punto de vista hay muchos aspectos que son superfluos y que no tienen lógica.
Uno puede ser lógico con respecto a la vida de otros, pero nunca con respecto a la propia.
Para más información: