Buenos días,
Hoy os quiero hablar de mis impresiones de un libro juvenil y policíaco. Se trata de Un rostro tras la ventana de Wolfgang Ecke.
SINOPSIS:
Veinte casos policíacos, ingeniosos y apasionantes, que pondrán a prueba la inteligencia deductiva y las dotes de observación de los jóvenes lectores. En todos los relatos hay un enigma para resolver que solicita la participación activa del lector. Tras una atenta lectura y observación de los dibujos, el lector posee todos los datos que han permitido al detective descubrir a los culpables. En las páginas finales podrás comprobar tus buenas cualidades de investigador.
SU AUTOR:
OPINIÓN:
Todos tememos esos dichosos libros que nos obligan a leer cuando estamos en el colegio. Da la sensación de que los profesores lo hacen aposta y escogen los que no van a gustar a nadie, con una temática no afín al alumnado, los más difíciles de entender y los más largos en cuanto a extensión.
Pero de vez en cuando hay un profesor que se preocupa por ver qué puede gustar a los alumnos, que los quiere motivar y eligen un libro que les marca el futuro. Eso me ocurrió a mí con este libro: Un rostro tras la ventana.
Es una pequeña obra orientada al público juvenil, entre 10 y 14 años. La edición que yo poseo fue publicada por la editorial Labor S.A. y cuenta con ilustraciones de Rolf Rettich. Se publicó en 1984 y no han sido pocas las veces que lo he leído, a veces de forma completa, a veces algunos relatos sueltos.
Un rostro tras la ventana es un libro de 171 páginas. Se dividen en 20 cuentos policíacos de breve extensión (dos o tres páginas a lo sumo). Como os decía los relatos son de cortos pero su extensión es suficiente para añadir una pieza clave con la que el autor, Wolfgang Ecke, involucra al lector y le da la pista para que pueda resolver el misterio que se nos plantea.
Es un libro interesante, entretenido y adecuado para centrar esas mentes inquietas de pre-adolescentes. El autor, desde mi punto de vista, pretende con ello que seamos capaces de extraer información concreta de una historia, que nos fijemos en los detalles y no nos quedemos en la superficie, que seamos capaces de razonar y de cuestionar lo que nos dicen sin creerlo todo a pies juntillas. Es un libro fantástico para despertar las mentes de los más jóvenes, para enseñar a discernir lo importante de lo banal. Y lo más importante, todo sin darnos cuenta ya que disfrutamos de los relatos y de intentar ser esos policías o detectives que resuelven el misterio.
Al final del libro se incluyen las soluciones a los enigmas de cada relato con su explicación, por lo que si no somos capaces de resolverlo siempre podemos ir a la solución y darnos cuenta de lo obvio que era resolver el enigma.
Un rostro tras la ventana es pues un libro que no me cansaré de recomendar.