El brillo de las luciérnagas es un libro de Paul Pen que se publicó en 2013. Laky organizó una lectura conjunta a la que no me pude sumar porque no tenía un ejemplar y mi ética me impedía aceptar los ejemplares digitales que me ofrecían "gratuitamente". La lectura del libro gustó mucho a los participantes y once años después he comprado un ejemplar de bolsillo y disfrutado de su lectura. Aquí tenéis mis impresiones.
SINOPSIS de El brillo de las luciérnagas
Tengo diez años y llevo toda mi vida en este sótano.
Vivo en la oscuridad con mis padres, mi abuela, mi hermana y mi hermano. Todos están desfigurados por el fuego. Mi hermana lleva una máscara blanca para tapar sus quemaduras, porque papá dice que su cara podría asustarme.
Me gusta mi cactus. Me gusta leer mi libro sobre insectos. Y tocar durante horas el único rayo de sol que se filtra por una rendija del techo. Pero desde que mi hermana tuvo al bebé, todos actúan de forma extraña. Creo que mienten sobre quién es el padre, sobre el hombre grillo que acecha por las noches, sobre lo que sucedió antes de que yo naciera, sobre por qué estamos aquí encerrados.
Por lo menos tengo las luciérnagas. Llegaron hace unos días al sótano y las he guardado en un bote. Como dice mi abuela, no existe criatura más fascinante que aquella que es capaz de crear luz por sí misma. Esa luz me anima a conocer el mundo exterior, a escapar, a descubrir que sucedió. Lo malo es que aquí todas las puertas están cerradas. Y no sé dónde voy a encontrar una salida...
AUTOR de El brillo de las luciérnagas
Imagen sacada de: https://paulpen.com/bio/
Paul Pen (Madrid, 1979) es escritor, periodista y guionista. Escribe ficción desde que leyó Las brujas de Road Dahl, el autor que más le ha marcado junto con Stephen King. Su primera novela, El aviso, le valió el título de Nuevo Talento FNAC en 2011, se tradujo a varios idiomas y actualmente se encuentra en proceso de adaptación al cine de la mano de Morena films. A sus relatos premiados, "Una escena matrimonial del todo insólita" y "Kokomo", se unen ahora "Otel" y "La sangre del muerto", publicados recientemente en Flash. El brillo de las luciérnagas, de la cual se prepara ya una versión cinematográfica, y La casa entre los cactus confirman a Paul Pen como el autor de thriller psicológico más prometedor del panorama español.
OPINIÓN de El brillo de las luciérnagas
El brillo de las luciérnagas de Paul Pen es una historia contada a través de los ojos de un niño de diez años. Nos narra cómo es su día a día junto a su familia. Vive con sus padres, sus dos hermanos mayores (una hermana y un hermano), su sobrino recién nacido y su abuela, que es ciega. La peculiaridad es que viven en el sótano de una casa del que no salen y al que nadie entra.
Al principio empezarás a hacerte preguntas como "de dónde sacan la comida" o "cómo consiguen la ropa y/o los materiales para fabricarla". Intentarás entender cómo pueden vivir y subsistir en esa situación. Además, como seres racionales que somos, durante la lectura de esta historia no podremos evitar hacer conjeturas y suposiciones que, Paul Pen, como buen escritor, echará abajo y nos demostrará que son incorrectas. Pero no lo entenderemos hasta bien entrados en la historia.
Los personajes no tienen nombre. Y realmente no hace falta porque es un número muy reducido y tienen un papel que les identifica claramente y sin confusión: la madre, el padre, la abuela, etc. Todos ellos tienen un rol fundamental en la historia y una personalidad que no te dejará impasible. Así, por ejemplo, la abuela genera simpatía y ternura; la madre, generosidad y amor; el padre, rectitud y severidad; la hermana, rebeldía; el hermano, desinterés, impulsividad e impetuosidad y el protagonista, ternura e inocencia.
Como os comentaba al principio, El brillo de las luciérnagas se publicó en el año 2013 por el grupo editorial Penguin Random House. Tiene trescientas sesenta y cinco páginas y se compone de treinta y siete capítulos. A lo largo de ellos, el autor, Paul Pen, nos mostrará a nuestro protagonista, que recordemos no es más que un chico de diez años. Comprobaremos que la infancia de un niño, independientemente de en qué lugar se críe, está llena de inocencia, amor, sinceridad, curiosidad y lealtad hacia su familia de forma totalmente desinteresada.
El autor, a través de la mirada infantil de nuestro protagonista, nos narra cómo va creciendo, qué ilusiones tiene, que echa de menos a pesar de no haberlo conocido nunca, qué cosas quiere ver y experimentar del exterior, en qué cosas desconocidas de las que estudia en sus libros querría profundizar. Nos hará partícipes de los sentimientos que experimenta y los deseos que anhela. Son cosas elementales, básicas, simples como ver la luz del sol, sentir la brisa del viento en su cara o ver nacer un pollito de un huevo. Quiere descubrir otras cosas que no sean la casi total oscuridad que gobierna el sótano y solo es irrumpida por algún reflejo que logra colarse por las rejillas de ventilación.
Aparentemente, El brillo de las luciérnagas, es una historia normal contada a través de un niño pero que nuestra mente de adultos retuerce y complica. Con un par de saltos en el tiempo, descubrimos qué situación les llevó a vivir encerrados, cómo era su vida diaria antes de verse obligados a este encierro y cómo es ahora.
El brillo de las luciérnagas es una historia dura y amarga pero llena de esperanza e ilusión, de deseo y conocimiento, en el que se mezclarán reproches, culpabilidades, mezclado con altruismo, generosidad y sentimiento de protección ante las desgracias en serie que parece sufrir esta familia.
Es una novela muy bien escrita y su autor, Paul Pen, hace que nos llegue muy adentro. Sin duda, es una historia que no te debes perder.
Una puerta pierde su significado si no la atraviesas a menudo.
Hace ya unos años reseñé una novela publicada por Amazon Crossing que me enamoró: La flor del azafrán amarillo. Hoy os hablo de su continuación, Un granito de mostaza, de la autora Laila Ibrahim.
SINOPSIS:
La continuación de la exitosa novela La flor del azafrán amarillo.
Tras haberse criado en un hogar privilegiado de Virginia, Lisbeth abandona a su familia, contraria al abolicionismo. Dieciocho años después y finalizada la Guerra de Secesión, la joven vuelve con los suyos para visitar a su padre enfermo. Allí se encontrará con su antigua y queridísima aya negra, Mattie, y su hija Jordan, nacida en esclavitud. Ellas también huyeron y han regresado al sur para salvar a la única pariente que les queda allí, oprimida y consagrada a un trabajo extenuante.
Para Lisbeth es momento de reconciliación; para Jordan y Mattie, de liberación. Pronto se toparán con una cruel realidad, en la que perviven el racismo y la injusticia, auspiciados por el resentimiento de los terratenientes blancos. Las tres mujeres se verán obligadas a reunir el valor suficiente para liberar a sus familias —y a ellas mismas— del pasado. Así descubrirán que se hallan unidas por un vínculo más poderoso que la amistad.
SU AUTORA: Laila Ibrahim
Laila Ibrahim
Laila Ibrahim creció en Whittier, California, en el extremo oriental del Condado de Los Ángeles, y se trasladó a Oakland, California para estudiar Psicología y Desarrollo Infantil. Después de obtener una Máster en Desarrollo Humano, se dio cuenta de que quería trabajar directamente con los niños, y abrió su propio escuela para niños de preescolar a la que llamó Woolsey Children's School. Su educación y experiencia como educadora y madre le ha sido de gran ayuda para su novela - especialmente su estudio de la teoría del apego y del multiculturalismo.
Se identifica como una mujer radical moderada. Trabajó como Directora de los Ministerios de Niños y Familias en la Primera Iglesia Unitaria de Oakland durante cinco años. Vive en una pequeña comunidad en Berkeley con su esposa, Rinda y está orgullosa de sus dos hijas y sus dos perros.
Laila se decidió a autopublicar La flor del azafrán amarillo en 2011 después de que los agentes literarios le dijeran repetidamente que nadie querría leer una historia sobre el amor entre una esclava negra y su privilegiada niña blanca. Con los años, los lectores han demostrado que se equivocaban. Hoy es lectura recomendada en los Estados Unidos para acercarse al tema de la esclavitud desde una perspectiva más humana. Laila Ibrahim se convirtió en escritora a tiempo completo en 2015.
Living Right se establece en 2004, pero con un tema similar: amar a través de la diferencia. Va más allá del título para revelar las apuestas de vida y muerte cuando una madre devota lucha por reconciliar sus creencias cristianas evangélicas con la orientación sexual de su hijo.
Un granito de mostaza es la continuación natural de las vidas de las familias Freedman y Johnson , el resultado del interés de la autora por lo que debió de ocurrir a sus protagonistas tras la guerra civil.
Paper Wife cuenta la historia de Mei Ling, una joven obligada por la agitación social a casarse con un extraño e inmigrar desde el sur de China a través de Angel Island hasta San Francisco en 1923.
Golden Poppies continúa la historia de las familias Freedman y Johnson en la década de 1890.
Le encanta llamar o Skyping en clubes de libros y hablar en público. Puedes contactar con ella a través de su correo electrónico: ldibrahim@gmail.com o visitar su blog http://www.lailaibrahim.com/blog.
OPINIÓN de Un granito de mostaza:
Hace unos años leí La flor del azafrán amarillo, una novela que me llegó al corazón, que me emocionó y que estuve recordando durante mucho tiempo tanto por la historia narrada como por los personajes. Al año siguiente supe que Laila Ibrahim había escrito la continuación y se había publicado en España con el nombre de Un granito de mostaza pero quise dejar pasar el tiempo para seguir saboreando la sensación tan maravillosa que tenía de La flor del azafrán amarillo. Ha sido ahora cuando me he decidido a continuar con la historia de estos entrañables personajes. Si quieres leer la reseña que escribí de la primera novela pincha en La flor del azafrán amarillo.
Un granito de mostaza fue publicada originalmente en 2017 y en España en 2018. Consta de prólogo, 23 capítulos y epílogo y la traducción viene de la mano de David León.
Las protagonistas principales de La flor del azafrán amarillo son las mismas que las de Un granito de mostaza; es decir, Mattie y Lisbeth. Lisbeth (Elizabeth) es la hija de los dueños de la plantación en Fair Oaks y Mattie fue su aya desde el momento en que nació, es decir era la señora que se encargaba de darle de comer, cuidarla, acostarla, de jugar con ella y entretenerla, así como estar pendiente de ella y de sus necesidades durante todo el día. Eso les hacía compartir mucho tiempo juntas y Elizabeth se sentía más unida a Mattie que a su propia madre. Como podéis imaginar la relación entre ambas era buena y muy estrecha a pesar de las dificultades que iban encontrando en el camino.
Lisbeth había estado siempre agradecida al amor y el consejo que le había prodigado Mattie, por haber hecho de ella la mujer en que se había convertido.
* SPOILER* si no has leído La flor del azafrán amarillo
La historia de Un granito de mostaza da comienzo en Richmond, Virgina en 1968, diez años después de la huida de Lisbeth de Fair Oaks tras abandonar a su familia, dar calabazas a su futuro marido y haberse casado en secreto con Matthew.
* FIN SPOILER*
Nuestras protagonistas viven en Ohio. La familia Johnson está formada por Lisbeth, su marido Matthew y sus hijos Sammy y la pequeña Sadie; Mattie vive con su marido Emmanuel Freedman y sus hijos Samuel y Jordan. La vida en Ohio es completamente diferente a lo que estaban acostumbrados. Es la vida que ellos han estado buscando durante tanto tiempo, la vida por la que tanto han luchado y por la que no han dudado en dejar todo atrás.
Cierto es que Lisbeth no disfruta de las comodidades que tenía en Fair Oaks (no tiene criada, no tiene aya) pero a ella no le importa. Aprovecha para pasar más tiempo con sus hijos, para conocerlos, hablar con ellos, ser sincera y no engañarles en las respuestas a las curiosidades que ellos le plantean. En definitiva, aprovecha para educarlos.
La vida de Mattie también ha dado un giro de 180 grados. Sus hijos han ido a la universidad. Samuel ha estudiado Derecho y su hermana Jordan ha estudiado Magisterio y ejerce como maestra en el colegio de Sadie Johnson, la hija de Lisbeth. Nada es raro en Ohio, todo parece normal, hay libertad e igualdad entre razas y nadie se extraña de que tras la guerra desatada, y ya finalizada, contra la esclavitud los niños blancos y los negros vayan juntos a la misma escuela o incluso más allá, que haya profesoras de color como, por ejemplo, Jordan Freedman.
En Un granito de mostaza vemos que las cosas no van mal ni para la familia Johnson ni para la familia Freedman. Lisbeth inesperadamente recibe una carta de su madre informándole que su padre está moribundo y en la que le insta a viajar y pasar unos días en su casa para ayudar y ocuparse de él en sus últimos días. Aun con desconfianza acepta la invitación de pasar allí un tiempo junto a sus hijos con la intención de que les conozcan, puedan limar asperezas y conseguir su perdón.
Por otra parte, tras cinco años en la que los derechos de los esclavos libertados parecen haber sido igualados al de los blancos, la agencia creada para luchar por estos derechos va a desaparecer. Es entonces cuando Mattie decide que ya es hora de buscar y rescatar a su prima Sara de las plantaciones de Fair Oaks a pesar de los duros recuerdos que eso conlleva. En este viaje irá acompañada de sus hijos Samuel y Jordan.
La vida de Jordan Freedman está contada en primera persona. Por eso, seremos testigos de su reticencia al saber que su madre quiere hacer un largo viaje para buscar a alguien que, a su entender, no desea salir del lugar en el que se encuentra. No logra comprender que deba pasar su vacaciones de verano fuera de su ciudad, visitando a una prima a la que ni siquiera conoce, convenciéndola de que abandone su hogar para mudarse a Ohio. Una prima que no ha querido viajar ni salir de Fair Oaks ahora que no hay esclavitud y todo el mundo vive en libertad, cuando cualquiera puede ir y venir a su antojo. ¿Por qué razón debe entonces desperdiciar su tiempo para rescatar a alguien que ni quiere ni necesita ser rescatado?
El destino querrá que, por casualidad, Lisbeth y Mattie se encuentren en la plantación, y no podrán evitar recordar los momentos buenos que pasaron allí así como evocar los malos. Sus hijos pronto descubrirán que no todo es tan bonito como lo pintan, que la esclavitud no ha desaparecido en todas partes y que la libertad es solo una palabra, un derecho reconocido que no significaba gran cosa si no se tienen los medios necesarios para ejercerlo. Hablamos de una casa, unas tierras, dinero, lo básico para poder sobrevivir. De otro modo seguirás anclado a tu pasado y a tu amo. Nada habrá cambiado para ti.
Un granito de mostaza es una historia de superación en la que Jordan que solo ha visto las historias de esclavitud en los libros consigue comprenderlo en unos pocos días en Richmond (Virginia) en el lugar en el que nació y en el que vivió su madre durante treinta años sufriendo calamidades, penurias y abusos.
—Jordan, Samuel y tú sabéis más de libros que la mayoría de la gente, pero eso no quiere decir que sepáis más de la vida que los demás. No lo olvides nunca.
Si hay algo que caracteriza a Laila Ibrahim es su sensibilidad y su ternura a la hora de narrarnos la historia, la dulzura con la que escribe y de la que te enamoras con las primeras líneas, así como la espectacular forma de caracterizar a sus personajes. Así Mattie es una persona que, como sabemos, ha sufrido mucho y a pesar de todo es capaz de mantener la compostura y la frialdad necesaria para soportar los envites del tiempo; Lisbeth es una mujer cariñosa y generosa que intentará conseguir el amor de los suyos, Jordan es una mujer luchadora con unos ideales muy arraigados, Samuel es leal y noble y los hijos de Lisbeth, Sammy y Sadie, son curiosos, obedientes e inteligentes.
Lo mejor de la novela es la sonrisa que te arranca el candor, la sencillez, la ingenuidad y la inocencia de Sammy y Sadie. La rapidez con la que, a pesar de su corta edad, comprenden que hay personas que se creen superiores a las demás, que aparentan ser buenas pero que en el fondo, su intención es hacer daño a los que no son de su especie, de su raza. Son capaces de comprender que la educación que han recibido y todo lo que les han enseñado en Ohio es lo correcto y que la esclavitud no está bien. Por ello tienen muy claro que lucharán por estos derechos en el futuro tratando de igual a igual a otras personas por muy diferente que sea el color de su piel.
Y, por supuesto, la autora Laila Ibrahim constatará y nos demostrará de nuevo en Un granito de mostaza que el amor que se tiene a la familia es real, verdadero y duradero aunque esta familia no forme parte de tus lazos de sangre. Porque la familia es quien bien te quiere, quien te aconseja, quien te enseña y quien te ayuda en el camino.
Un granito de mostaza es una novela de 311 páginas que hay que leer y disfrutar. A pesar de ser independiente yo recomiendo leer primero La flor del azafrán amarillo para conocer a fondo a las protagonistas e interiorizar todo lo que han sufrido y vivido hasta llegar aquí. Así se entenderán mucho mejor la aprensión de Mattie para volver a la plantación, el temor de Lisbeth de viajar a casa de sus padres y la diferencia generacional entre los que lucharon contra la esclavitud y los que se lo encontraron todo hecho.
Mientras que en la novela La flor del azafrán amarillo el tema implícito era la esclavitud y la liberación de todos ellos, en Un granito de mostaza el tema subyacente que se intenta solucionar son los derechos y las libertades de la mujer para así no estar unida a los deseos de un hombre, como por ejemplo a la hora de votar. Se busca, por tanto, el sufragio femenino.
Cielo, tú no tienes necesidad alguna de libertad —repuso en ademán condescendiente—. Aunque ahora eres joven para comprenderlo, tu marido se encargará de ti cuando seas mayor.
Si tuviera que comparar las dos novelas, ya sé que es complicado porque se leen en épocas distintas, en momentos diferentes y en circunstancias personales diversas, yo me quedaría con La flor del azafrán amarillo. Como digo, es una novela que me impactó mucho, que cuenta las penurias de la esclavitud, las vejaciones a las que se ven sometidos los esclavos, la privación de libertad y de educación, así como el menosprecio y el abuso al que son sometidos a diario.
Un granito de mostaza, en cambio, consigue devolver a nuestras protagonistas a su lugar de origen para confirmar que la decisión que tomaron diez años atrás fue la correcta y para que se den cuenta de que deben estar orgullosas de sí mismas, de su firmeza y determinación y de que nunca deberán arrepentirse de haber tomado el camino que eligieron.
Juan Ignacio Pérez Palomares, un magnífico profesor de mi hijo pequeño, regaló a toda su clase un cuento ideado por él mismo titulado El Gigante Botafuegos.
SINOPSIS:
El libro no tiene sinopsis, así que la que dejo a continuación es un pequeño resumen.
Cada 6 de Enero, el día de Los Reyes Magos, los niños del pueblo se quedaban sin juguetes. Un año tras otro ocurría igual. ¿Y por qué? Porque el gigante Botafuegos lo llenaba todo de niebla y los Reyes Magos no eran capaces de encontrar el camino al pueblo para depositar sus regalos en las casas.
Tras largos años decidieron hacer algo al respecto. ¿Crees que funcionó?
SU AUTOR:
Imagen sacada de https://cutt.ly/LjZCDMG
Juan Ignacio Pérez Palomares nació en Algeciras en 1964. Es diplomado en Magisterio, especialista en Educación Infantil, Primaria, Lengua Castellana y Francesa. Finalizó un máster en Promoción de la Lectura por la Universidad de Castilla-La Mancha y es especialista en Literatura Infantil. Preside LitOral, la Asociación Andaluza para la Difusión de la Literatura Oral.
Él mismo se define como "contador, cuentista, cuentero o cuentacuentos". Es investigador de la literatura oral, experto en fomento de la lectura e imparte cursos y talleres sobre animación a la lectura y el valor de la narración oral en ámbitos como el hogar, la escuela o las bibliotecas.
Ha impartido un centenar de cursos en centros de profesorado de Andalucía y publicado cuentos para niños y adultos, como La mejor noche de Reyes (Santander, 2000), El gigante Botafuegos (Algeciras, 2001), Batalla de naipes (Kalandraka, Sevilla, 2005), Las bodas de la pulga y el piojo (Everest, Madrid, 2005), Viejos cuentos para los más jóvenes (premio Santillana de Experiencias Educativas 2007) o Cuentos redondos.
Ha dedicado los últimos 20 años a realizar trabajo de campo recogiendo tradición oral y cuenta ya con 10.000 textos grabados. Algunos los plasmó en los libros "Debajo del puente", "Cien cuentos populares andaluces", "Leyendas y cuentos de encantamiento recogidos junto al Estrecho de Gibraltar".
Es miembro del consejo de redacción de la revista Tantágora (Barcelona).
OPINIÓN:
El gigante Botafuegos es un cuento escrito por el profesor Juan Ignacio Pérez. Está dedicado para que los más pequeños disfruten de la historia que se narra así como de las ilustraciones a todo color, obra de Nono Granero. Consta de treinta páginas y fue editado por LitOral, una asociacion andaluza dedicada a la recuperación y difusión de la literatura oral desarrollada a ambas orillas del Estrecho de Gibraltar.
Hay una tradición en Algeciras que consiste en arrastrar latas la víspera de los Reyes Magos y que tiene un origen popular. Era celebrado por los niños, quienes tomaban sus juguetes de hojalata y los terminaban de romper en la víspera de la celebración de los Reyes Magos para poder así recibir regalos nuevos.
Juan Ignacio Pérez se inventó una historia en 1998 para dinamizar y relanzar ese arrastre de latas que se había perdido en décadas anteriores en Algeciras. Para este fin, creó un personaje gigante al que los niños vencerían haciendo ruido, de una manera cooperativa, no violenta y original. Esta historia fue publicada por primera vez en el suplemento Aquí hay duendes del Diario Europa Sur el 6 de enero de 1999. Juan Ignacio contó la historia a su hijos y alumnos y pudo apreciar cada vez más la reacción positiva de las personas con el enfoque de esta historia.
Para los que no conozcáis a este profesor os comento que es un verdadero cuentacuentos. Cuando narra una de sus historias te sumerges con él y eres parte de un todo. Es un profesor de los de vocación, de aquellos a los que les gustan los niños, y enseñar y verlos aprender. Hace un montón de excursiones para que los niños aprendan viendo, experimentando, tocando y razonando. Por eso me da mucha pena que tras tantos años de esfuerzo y dedicación le intenten plagiar, menospreciar y quitar mérito de sus trabajos. Parece que vivamos en una España que intenta pisotear al que hace algo bien, o mejor que tú, o diferente.
El libro El gigante Botafuegos inicia cuando un abuelo cuenta a sus nietos una historia que él conocía desde niño. Un gigante malvado al que llamaban Botafuegos llenaba la ciudad de niebla el día antes de que llegaran los Reyes Magos para ocultar las casas y evitar así que los regalos fuesen entregados a los niños. Y entre todos idean hacer mucho ruido con latas para que los Reyes puedan orientarse mediante el sonido y encontrar las casas que no pueden ver. De esta manera vencerían al malvado gigante y ellos recibirían sus ansiados juguetes.
El gigante Botafuegos es un cuento infantil contado de manera sublime. Es como si Juan Ignacio Pérez nos estuviera contando la historia directamente a nosotros. Tanto la primera como la última parte contiene mucho diálogo. El cuento, está narrado en tercera persona, y es, como os comentaba, entretenido, didáctico y con ilustraciones acordes a la historia y mucho colorido. En definitiva, El gigante Botafuegos es un cuento que reúne tradición, humor, emoción y miedo.
La historia del gigante Botafuegos ha escapado de las hojas del libro gracias a una empresa de Algeciras, Omnium Lab, que pidió el consentimiento de Juan Ignacio para realizar una serie animada y poder concienciar a los más pequeños sobre la importancia de reciclar las latas y el resto de residuos.
«Mattie nunca fue del todo mía en realidad, y la conciencia de este hecho tenía que haberme colmado con la misma prontitud y certeza que la leche de sus senos. Pese a ser “posesión” de mi familia, pese a hallarse en el centro mismo de mi universo, sus afectos más profundos habitaban en otra parte. Por eso el consuelo de tenerla iba de la mano del miedo a perderla un día. La que sigue es nuestra historia»
En el instante de nacer, Lisbeth se ve apartada de su madre y queda a cargo de Mattie, una esclava a la que han separado de su propio hijo para que ejerza de ama de leche. Comienza así una relación intensa que conformará la vida de ambas durante décadas. Es Mattie, y no su familia, quien le enseña a disfrutar de las pequeñas cosas, quien le abre los ojos ante la injustica de la esclavitud, quien le enseña a amar incondicionalmente.
Pero ¿es posible que dos mujeres de origen tan dispar compartan semejante vínculo sin consecuencias? Este relato conmovedor de amor improbable sigue el viaje emprendido por cada una de ellas en busca de su propia libertad.
SU AUTORA: Laila Ibrahim
Laila Ibrahim creció en Whittier, California, en el extremo oriental del Condado de Los Ángeles, y se trasladó a Oakland, California para estudiar Psicología y Desarrollo Infantil. Después de obtener una Máster en Desarrollo Humano, se dio cuenta de que quería trabajar directamente con los niños, y abrió su propio escuela para niños de preescolar a la que llamó Woolsey Children's School. Su educación y experiencia como educadora y madre le ha sido de gran ayuda para su novela - especialmente su estudio de la teoría del apego y del multiculturalismo.
Se identifica como una mujer radical moderada. Trabajó como Directora de los Ministerios de Niños y Familias en la Primera Iglesia Unitaria de Oakland durante cinco años. Vive en una pequeña comunidad en Berkeley con su esposa, Rinda y está orgullosa de sus dos hijas y sus dos perros.
Laila se decidió a autopublicar La flor del azafrán amarillo en 2011 después de que los agentes literarios le dijeran repetidamente que nadie querría leer una historia sobre el amor entre una esclava negra y su privilegiada niña blanca. Con los años, los lectores han demostrado que se equivocaban. Se convirtió en escritora a tiempo completo en 2015.
Living Right, su próxima novela, se establece en 2004, pero con un tema similar: amar a través de la diferencia. Va más allá del título para revelar las apuestas de vida y muerte cuando una madre devota lucha por reconciliar sus creencias cristianas evangélicas con la orientación sexual de su hijo.
Le encanta llamar o Skyping en clubes de libros y hablar en público. Puedes contactar con ella a través de su correo electrónico: ldibrahim@gmail.com o visitar su blog http://www.lailaibrahim.com/blog.
OPINIÓN de La flor del azafrán amarillo:
Cuando comencé la lectura del libro La flor del azafrán amarillo no sabía muy bien qué esperar de él. Había leído la contraportada pero aún así no me hacía a la idea de qué me iba a encontrar en su interior. Fue leer el primer párrafo y la novela me cautivó. Esa manera cuidada de contar la historia, la sensibilidad y el cariño que transmiten sus palabras y el sentimiento que se expresa con una sencillez desbordante me animó, como ya digo desde el primer párrafo, a sumergirme por completo en su lectura.
La flor del azafrán amarillo no es un libro largo. Tiene 274 páginas divididas en prólogo, veintisiete capítulos y epílogo. Es un libro corto pero intenso que te llega directamente al corazón.
Tiene dos protagonistas principales: Mattie, una esclava negra, y Lisbeth, la niña a la que Mattie deberá cuidar y amamantar desde el momento mismo de su nacimiento. Aunque en mi opinión Mattie es la protagonista estrella. Es una mujer fuerte, sabia, que sufre por dentro pero sabe estar a la altura de lo que se solicita, una mujer buena y honrada. Mattie es una mujer impresionante. Está tan bien perfilada que te metes directamente en su piel.
Ambos personajes tienen mucha fuerza y personalidad a pesar de las múltiples diferencias existentes entre ambas.
¿Habéis visto la película La vida es bella? Pues esta novela, a pesar de ser muy diferente en cuanto a trama con la película, me recuerda a ella en muchos sentidos. La fuerza que tienen los protagonistas, los sentimientos tan encontrados, la forma tan positiva de hacer ver a los niños lo que está ocurriendo, la amabilidad, generosidad y amor que irradian para con ellos, el saber contar historias que hagan sus difíciles y desesperadas vidas algo más fáciles, la forma de buscar siempre lo bueno de la vida a pesar de estar sufriendo. También se asemejan en lo que hacen sentir al lector o espectador. Y es que tendremos una irrefrenable sensación de querer ayudar a pesar de ser meros espectadores, seres que nada podemos hacer para evitarlo. Y ambas nos dan una gran lección de vida, de amor incondicional, de sabiduría, de superación y por supuesto de confianza.
Os preguntaréis, ¿y de qué va la novela? Pues bien, la historia comienza el 14 de Abril de 1837 con la despedida de Mattie y su pequeño hijo Samuel, que coincide con el nacimiento de la señorita Elizabeth Wainwright en Virginia. Mattie será la encargada de cuidar de la niña desde ese momento y deberá trasladarse a la casa señorial. De la educación de la pequeña se encargarán los "mejores" en ese ámbito, por supuesto. Los valores que trasmiten en esas casas generación tras generación son vanos: los esclavos son felices con lo que les damos, hacemos un bien por ellos, debes comportarte correctamente y no hablar de ciertos temas porque son de hombres, etc.
-"Céntrate en el porte y la belleza vendrá sola. Tu aspecto no te va a durar toda la vida, pero tus modos te acompañarán hasta la tumba Elizabeth."
Con un vocabulario sencillo Laila Ibrahim nos muestra la realidad de dos mundos paralelos: la riqueza y la esclavitud, tenerlo todo y no tener nada, ser infeliz con las posesiones y dar gracias por disfrutar de la familia. Y es que no se necesita ser rico para ser feliz, tan solo la sensación de libertad y elección propia de tus decisiones. Y eso, por desgracia, se nos olvida a más de uno constantemente.
-"Eso dicen ustedes, porque creen saber qué me conviene. Sin embargo, no conocen mi cabeza ni mi corazón, ni tampoco tienen interés alguno en conocerlo. El tiempo les demostrará que lo mejor para mí es esto."
El final me ha gustado porque no me lo esperaba. Pensaba en un final totalmente diferente y que hubiera hecho que esta novela fuera predecible. Y no es el caso. Creo que es el mejor final que se le podría dar a esta historia, porque las cosas son como son y algunas veces debemos aceptarlas tal y como vienen.
En definitiva, una novela que recomiendo porque transmite unos valores espectaculares y que desde su comienzo hasta su final te sorprenderá.
Laila Ibrahim ha publicado la novela Un granito de mostaza, la segunda parte de La flor del azafrán amarillo, una novela que tampoco te debes perder.
Donde habitan las sombras es una novela con la que he disfrutado mucho: con sus personajes, con sus vivencias, con su entorno, con los países por los que nos movemos, por la narración del autor, por la historia que nos cuenta y sobre todo, por cómo nos lo cuenta. José Fran González-Amorós ha hecho una obra excepcional que recomiendo leer. Nos sentiremos identificados en más de un sentido tanto con alguno de los personajes de esta obra como de la situaciones que viven.
SINOPSIS:
¿Qué misterios ocultan las tormentas?
¿Qué poder las hace ser eternas?
¿De qué se alimentan las sombras?
Estimado lector, estimada lectora, descifrar la trama de esta obra sería descubrir un misterio. Pero pongamos el ejemplo de nuestra propia sombra, la que nos ha acompañado desde el principio, la que carga con lo que nadie sabe, y la que oculta nuestros miedos más profundos... Incluso aquellos miedos que han quedado olvidados en el tiempo... Digamos que nuestra propia sombra es una enciclopedia... Pesados tomos que arrastramos noche y día... No obstante, si decides descubrir los misterios que esta novela oculta, te diré que conocerás a personas con pasados traumáticos. Descubrirás a Alfredo y a Emma en situaciones extremas, atrapados en una tormenta... «Sabía que tenía que pasar mucho tiempo en la tiniebla de aquella oscuridad, acostumbrarme a vagabundear por ella, descubrir sus entrañas y lugares recónditos cubiertos de sombras» Y a otros tantos personajes indefensos que irán apareciendo en las páginas de este libro, atemorizados por crueles malvados.
Adéntrate con todos ellos en: Ese Lugar donde habitan las sombras
SU AUTOR:
J. Fran González-Amorós (Rojales, Alicante). Guionista de cine y teatro. Inició su trayectoria literaria con la publicación de diversos relatos breves. Ha escritor los libretos La leyenda de las Marlfis en 1990 y El sultán y la sirena en 1991. Publicó su primera novela Madre Naturaleza (la aventura ecológica) en 1996. Ha quedado dos veces finalista del Premio Gloria Fuertes: en 1997 con Cuerpo, corazón y alma y en 2010 con Hechizo Navideño. En 2012 es finalista del IV Certamen Literario de Relato El Arte de Escribir con ... y de repente los sabios aullaron como demonios. Entre otros , ha sido seleccionado en el V Certamen Literario de Cine Arvikis Dragonfly con Un firmamento de estrellas.
A finales de 2014 gana el XV Certamen Literario Ciudad de Melilla, con El viaje de Simón. En teatro ha estrenado las obras Personajes de cuentos de hadas al borde de la locura y La indomable ira del patrón San Pedro.
Desde 2015 es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.
OPINIÓN:
Lo primero que vemos de un libro es su portada. No suelo hablar de ellas, excepto en raras excepciones, cuando una vez terminado el libro puedo comprobar todo lo que ella transmite. Este es el caso. Podemos ver a un temeroso niño, asustado, mordiéndose las uñas intentando evitar, tal vez, lo inevitable. Mirando asustado a aquello que le está esperando sin prisa para enfrentarse a él. Vemos también ese tono rojizo que nos hace recordar el fuego, el infierno, el demonio, los monstruos, o como en este caso las sombras que nos acechan. Ese niño inocente que no sabrá cómo escapar de ellas. La portada es terriblemente inspiradora y acertada.
Donde habitan las sombras es una novela de 384 páginas divididas en cuatro partes y un desenlace, con un total de 46 capítulos. La primera parte titulada Emma, Lucía y yote descoloca a lo largo de sus trece capítulos; la segunda parte, Ricardo, Sergio y otra vez yote acongoja y sientes un nudo en la garganta que no se va cuando terminas sus once capítulos. La tercera parteDescubriendo misterios en el decadente reino de los libros usa sus ocho capítulos para iluminar nuestras mentes con ideas que pueden esclarecer la historia. La cuarta y última parte, Secuelas de la tormenta, te atrapa y engancha y no querrás que sus once capítulos terminen. Y por último El desenlaceconseguirá asentar y dejar solucionados todos aquellos frentes abiertos en la novela.
Donde habitan las sombras no es una novela para leer de un tirón. Es para leer tranquilamente, para disfrutar, para reflexionar y, por tanto, para desgranar cada cosa que el autor, José Fran González-Amorós, nos cuenta. El protagonista, Alfredo, es el que lleva la voz cantante y a través de él descubriremos no sólo la historia que se narra en sus páginas sino mucho más de lo que podamos imaginar.
La historia comienza cuando Alfredo, su mujer Emma y su hija Lucía viajan en coche hacia la casita del lago donde han planeado pasar unos días juntos, en familia. Desgraciadamente una gran tormenta se les ha echado encima y tienen un accidente, saliéndose el coche de la carretera poco antes de llegar a la casa.
A partir de este momento iremos dando saltos en el tiempo viajando hacia adelante y hacia atrás en la historia. Así seremos testigos de cómo se conocieron Alfredo y su mujer, de las circunstancias personales y laborales en las que se encontraban en ese momento y hacia dónde les llevó su vida. Además el autor irá dándonos información sobre ellos y su entorno de forma que profundicemos en sus vidas y los conozcamos como si fueran nuestros mejores amigos.
Alfredo, nuestro protagonista, tiene un don: "el saber hacer sonreír a un niño, el saber escuchar a una persona necesitada para luego aliviar el dolor con mis palabras, el saber fortalecer a un discapacitado y el hacer comprender a un anciano que la vida sigue, que siempre hay algo más por lo que despertar cada mañana."
La vida ha querido que las personas a las que más quiere en la vida amen los libros, disfruten de las aventuras y los lugares adonde les transportan. Por un lado está su hermano gemelo Ricardo y por otro su mujer Emma. Por eso no es de extrañar que José Fran González-Amorós haga referencia a muchos libros y autores en su novela Donde Habitan las sombras, entre ellos algunos clásicos como Óscar Wilde o William Shakespeare.
Alfredo nos describe a su hermano y nos dice que "Ricardo era una persona con una inteligencia desbordante. Siempre pendiente de sus libros, los devoraba, leía imparablemente, en cualquier parte, en casa, en el lago, en el colegio. Cada hoja de esos libros era como un trocito de comida que su mente necesitara para sobrevivir".
Conoceremos los gustos literarios de Emma de su propia boca, cuando ésta le cuenta a Alfredo cómo vivió su infancia: "Fui como una pieza más del antiquísimo mobiliario de la librería, una escultura sentada en el suelo cruzada de piernas con un libro entre las manos." Y descubriremos un pasado no tan feliz como cupiera pensar.
Donde habitan las sombras es una novela donde hay cabida para muchos temas: blancos y negros, buenos y malos, porque, como bien dice el autor, todo tiene dos caras: el bien y el mal, el sonido y el silencio, los misterios y los descubrimientos, las personas malévolas y las bondadosas. Y como las dos caras de una moneda encontraremos desastres naturales y ayuda humanitaria, maltratos físicos y psíquicos y los abrazos y el poder curativo del cariño, el horror de la muerte de un niño y la caridad de un padre, el horror de la guerra y las secuelas psíquicas y las ganas de reconstruir y levantar lo destruido. Es un libro que como digo toca muchos temas incluyendo algunos que han sido tabú hasta no hace mucho (como la religión, el abuso de poder, etc.). Pero el autor lo hace de una forma muy elegante y exquisita, y con una sensibilidad excepcional.
"Quiero pensar que Xiao Long y su madre se encontraron definitivamente en la corriente de ese río que les quitó la vida. Pidieron fundirse en un eterno abrazo y caminar juntos hasta un hermoso atardecer en alguna otra dimensión ..."
Donde habitan las sombras es un libro muy bien documentado. La visión de los países por los que se mueve nuestro protagonista, el trabajo que realizan las ONGs, los sentimientos en cada una de las situaciones que nos encontramos, la respuesta a esas situaciones por parte de nuestros protagonistas y mucho más, demuestran el gran trabajo que ha realizado el autor,consiguiendo además unos personajes muy bien definidos.
El estilo del autor es concreto y particular. Nos hace partícipe de todas las situaciones que ocurren en el libro de forma narrada y con poco diálogo. Es un libro para leer despacio, para entenderlo, para saborearlo y disfrutarlo. Una historia recomendable por su forma y su contenido.
"...atrapado entre las sombras del pasado. Las causadas por monstruos y bestias que, aún estando muertas, merodeaban en susurros envueltos en pesadas cadenas de hierro por las esquinas más oscuras. Esas que todos tememos. Esas que evitamos a toda costa; por el miedo, por ese miedo que la herencia nos ha dejado..."
Hace poco he visionado de nuevo la película de Alejandro Amenábar Los otros. ¿La habéis visto? Quiero hacer hincapié en la sensación de tensión y angustia que tenemos durante toda la película por ver lo que está pasando en esa casa. Una sensación de la que no te puedes librar (aunque ya la hayas visto, como es mi caso) porque la película precisamente es eso lo que quiere transmitirte. Esa misma sensación es la que he tenido con la novela Donde habitan las sombras, y al igual que con Los Otros, el final es explosivo y le da sentido a todo lo que hemos estado leyendo hasta el momento.
"no hay que tener miedo a las personas muertas ni a los fantasmas, esos ya no pueden hacer nada, hay que tenérselos a las personas vivas que van disfrazadas de buenas y luego llevan el fantasma por dentro"
Porque somos lo que leemos, yo hoy soy LA GUERRA DE LOS BOTONES de Louis Pergaud.
SINOPSIS:
La guerra de los botones retrata la encarnizada y divertida rivalidad entre los chicos de dos pueblos vecinos: Longeverne y Velrans. Llena de planes y contraplanes, de asechanzas y emboscadas, de malicias y planchas, de furiosa enemistad y compañerismo, de cruces de insultos e improperios que llevan al lector en volandas. Esta novela es un retrato inolvidable de una edad que todos reconocemos, precisamente porque la evoca desde el punto de vista de sus jóvenes protagonistas, alguno de los cuales todos hemos sido, en mayor o menor medida, alguna vez.
PRÓLOGO Y CONTRAPORTADA:
Quienquiera que disfrute con la lectura de Rabelais, este gran y auténtico genio francés, creo que acogerá con gusto este libro que, a pesar de su título, no está escrito ni para los niños, ni para los adolescentes. ¡Qué asco de pudores (todos verbales) de un tiempo castrado que, bajo su manto hipócrita, no huelen a menudo más que a neurosis y a veneno, y qué asco también de los puros latinos: Yo soy un celta!
Por ello he querido hacer un libro sano, que fuera al mismo tiempo galo, épico y rabelesiano; un libro por el que corriera la savia, la vida, el entusiasmo y aquella risa, aquella enorme y alegre risa que debía agitar las tripas de nuestros antepasados: Ilustres bebedores y exquisitos gotosos.
Tampoco he temido la expresión cruda con tal de que fuera sabrosa, ni el gesto atrevido si era épico. He querido reconstruir un instante de mi infancia, de nuestra vida entusiasta y brutal de vigorosos salvajes, en lo que ella tuviera de franqueza y de heroísmo, es decir, liberada de las hipocresías de la familia y de la escuela. Es comprensible que para semejante tarea me hubiera sido imposible emplear solamente el vocabulario de Racine.
Mi excusa sería la preocupación por la sinceridad, si yo quisiera que se me perdonaran las palabras malsonantes y las expresiones violentamente adornadas de mis héroes. Pero nadie está obligado a leerme. Y después de este prefacio y del epígrafe de Rabelais que adornan la entrada, no concedo a ningún caimán, laico o religioso, en materia de morales, más o menos desagradables, el derecho a quejarse.
En resumen, y es mi mejor excusa, he concebido este libro con alegría, lo he escrito con voluptuosidad, ha divertido a algunos amigos y ha provocado la risa de mi editor: Tengo pues el derecho de esperar que gustará a los "hombres de buena voluntad" según el evangelio de Jesús y, por lo que se refiere a los demás, como dice Lebrel, uno de mis héroes, me importan un bledo.
OPINIÓN:
La guerra de los botones es una novela que leí hace muchos años y que disfruté con entusiasmo, a pesar de que por aquella época aún necesitaba hacer uso del diccionario para comprender algunas palabras incluidas en este libro.
Louis Pergaud consigue meternos en la vida, tal y como la viven, los adolescentes de su historia, en una época concreta en la que la escasez de medios era el pan de cada día. Pero precisamente por eso lo que no les faltaba era imaginación. Mucha imaginación. Esta historia está contada en tercera persona y siempre desde la perspectiva de nuestros protagonistas, unos auténticos héroes de la época.
"Allí estaba Lebrel, el jefe, a quien aún se le llamaba el gran Lebrel; su primer lugarteniente Pardal o Pardillo, un trepador magnífico, llamado así porque no tenía rival a la hora de encontrar nidos de pardillos y porque en aquella región a los pardillos se les llama pardarles; estaba Gambeta de la Costa, cuyo padre, republicano de vieja cepa, el mismo hijo de la revolución de 1848, había defendido a Gambeta en los momentos difíciles; estaba Cuco, que sabía de todo, y Tintín, y Birolo el bizco, que se volvía de lado para poder mirar de frente, y Gulipao, de enorme cabeza; en resumen los más fuertes del pueblo, que estaban discutiendo un asunto muy importante".
Nuestros protagonistas son de un pueblo ficticio de la Francia oriental denominada Longeverne. En la panda de los longevernos había también cabida para Currutaco, los hermanos Chisteras (Granchís y Chiquischís) y algunos compañeros más que lucharán contra los rivales del pueblo contiguo, los velranos, para defender su honor, a capa y espada.
La historia está contada de forma que tú tomes parte activa en lo que va sucediendo, por supuesto apoyando a los longevernos, que como decía tienen pocos medios pero mucha imaginación. Y como esto es una guerra pues tendrán que planear cuáles serán los pasos siguientes, quiénes serán los líderes, cuál será su estrategia, y por supuesto, qué quieren conseguir con esta lucha.
El autor consigue presentarnos una magnífica ambientación de la época. Recrea los años en que la ropa que se llevaba era la que se tenía, en la que la comida era la que se ponía en el plato, en la que los padres no contaban nunca nada a sus hijos ni les hacían partícipes de sus problemas y donde los hijos sólo debían obedecer a los adultos (padres, profesores, vecinos, etc). Por supuesto, también hablamos de una sociedad machista. El hombre es el que trabaja fuera y se encarga de traer el dinero a casa, un salario que la mujer tendrá que administrar y hacer malabares con él para llegar a fin de mes. Una época en la que primero se pega y luego se pregunta.
En La guerra de los botones encontraremos unas situaciones muy divertidas y unos diálogos muy realistas.
"-¡Horca!
El gran Lebrel querría decir obviamente: Eureka. Había oído hablar vagamente de Arquímedes, quien había luchado en otros tiempos con lentejas".
Louis Pergaud logra con esos diálogos totalmente acordes a la historia que nos adentremos en ella sin dificultad, que nos metamos en la piel de los protagonistas y que les entendamos por completo tanto a ellos como a los objetivos que se marcan.
Se puede decir que La guerra de los botones es una forma de afrontar la vida de frente, sin tapujos ni rodeos, de saber que se tiene la oportunidad de conseguir algo y luchar por ello con uñas y dientes, o lo que haga falta como es el caso, y sobre todo de vivir y saborear la vida, porque esta lo merece. Eso mismo es lo que hace que no nos extrañe encontrar a unos jóvenes protagonistas que luchan por ayudar a sus amigos (con sus miedos y temores), por desarrollar su personalidad (y sentirse grandes de espíritu y mayores de edad), por disfrutar el día a día donde sus mayores tesoros son continuar al final del día con la ropa sin manchas ni rasguños al volver a casa. Y esto no era fácil de conseguir, y no sólo por la lucha que mantienen Lebrel y su panda, sino porque en esta época los juegos de los niños no se realizaban con un ordenador, ni en una casa, sino en la calle, al aire libre y con amigos físicos a los que poder dar un coscorrón o un abrazo (dependiendo de la situación). Esto es algo que añoro hoy en día ya que habremos mejorado en muchas cosas pero los niños casi no tienen ningún sitio donde jugar. Los parques son para los más pequeños, en el paseo marítimo están las personas mayores, las calles están ocupadas por el tráfico, etc.
Volviendo a La guerra de los botones, es un libro que al leerlo te hace sentir viva, con el que notas correr la sangre de tus venas, con el que vives las aventuras de los protagonistas y sufres sus éxitos y sus derrotas; es una historia donde se demuestra el compañerismo, la lealtad, la imaginación y las mentes tan despiertas que los seres humanos tenemos y cómo aprovechamos ese detalle para entretenernos, para mejorar, para sobresalir.
Es un libro divertido, aunque es cierto, tal y como nos indica el propio autor, que hay multitud de palabras malsonantes, pero están dichas con estilo, con gracia y que salen de la boca de los protagonistas de forma natural. Con ello Louis Pergaud ha conseguido otra forma más de darle personalidad a estos personajes.
Y por último comentaros que este libro deja patente el cambio que sufrimos las personas desde la infancia hasta la edad adulta, y cómo terminaremos haciendo cosas que siempre pensamos que no se deberían hacer de esa manera. Para ello el refrán "cuando seas mayor comerás huevo" que todos habremos escuchado alguna vez. Nuestros protagonistas lo dicen de otra manera, pero el significado es el mismo:
"¡Y pensar que cuando seamos mayores seremos tan bobos como ellos!"
En definitiva, La guerra de los botones es un libro divertido, que retrata otro tiempo, ni mejor ni peor, pero que se echa en falta. Sus personajes son un poco rudos pero con los que te encariñas enseguida y tomas partido a su favor en todas sus victorias y derrotas. Es un libro muy recomendable.
Y porque somos lo que leemos, yo hoy soy LA GUERRA DE LOS BOTONES, por su entusiasmo, por su rebeldía, por su amistad y compañerismo, por sus ganas de vivir aunque se sufra, por sus ganas de superación y porque puestos a elegir una guerra, me quedo con la de los botones.
Si queréis más información sobre la iniciativa podéis pasar por el grupo Tarro-Libros creado en Facebook.
El libro del que os quiero hablar hoy se titula El talento de Nano y es el primer libro que escribió su autora, Mercedes Pinto Maldonado, de la que ya he comentado anteriormente una obra suya: "Maldita" cuya reseña podéis leer aquí.
Recientemente Mercedes ha conseguido que Ediciones B se haga cargo de dos de sus novelas: Maldita y Pretérito Imperfecto, y el próximo año se publicarán en papel. De momento os dejo los enlaces a estas dos novelas, por si les queréis echar un vistazo.
SINOPSIS:
Nano es un muchacho tímido, frágil y despistado, abocado a una prolongada soledad por el rechazo constante al que se ve sometido por sus compañeros. Este aislamiento involuntario, indirectamente, le ayuda a pasar muchas horas haciendo lo que más le gusta: escribir y dibujar. Las largas horas de retiro que pasa en su cuarto dan lugar a que desarrolle una gran imaginación, y es precisamente esta fantasía la que finalmente le da la oportunidad de ser escuchado y aceptado por los chicos de su edad.
OPINIÓN:
Nos encontramos ante un libro juvenil. Su protagonista, Nano, es un niño de trece años y con un aspecto físico poco favorecedor (escuálido, con grandes orejas, nariz puntiaguda y gafas). Su hermano mayor no le hace caso, su padre viaja la mayor parte del tiempo y no le ve demasiado a menudo y su prima Tina, sólo le llama cuando le interesa que arregle su ordenador (por el interés te quiero Andrés, que suelen decir). En cambio para Nano, ella es toda una princesa. Tienen la misma edad, van a la misma clase y viven bastante cerca el uno del otro.
Nano sabe que no tiene amigos, pero no parece importarle demasiado y es feliz compartiendo su tiempo y vivencias con Perro Weno, su perro. Nano, que en realidad se llama Antonio, habla con él largo y tendido. En cambio con su familia y conocidos apenas si intercambia monosílabos.
La autora ha añadido unos dibujos a color que se muestran a lo largo del libro y que son el fiel reflejo de lo que vamos leyendo.
Con este libro, Mercedes nos lleva hasta la edad de trece años, en la que nos hace ver y recordar cómo los niños son crueles sin proponérselo porque no piensan en las consecuencias de sus actos, no tienen empatía con los demás y se fijan mucho más en el aspecto físico que en el interior. Y precisamente estos son los motivos que llevan a Nano a sentirse solo, sin amigos.
Excluido a veces por los demás:
"Todo el mundo trataba a Nano como si no se pudiese contar con él para nada importante, lo veían frágil, incapaz de sobrellevar su propia vida, de manera que lo dejaban a un lado como haciéndole un favor, pero no se lo hacían, sólo conseguían aislarle y que se reafirmara en la idea de que no valía para nada, a veces la gente en su manía de proteger sólo consigue el efecto contrario."
y otras por sí mismo.
"Su falta de confianza en sí mismo era lo que lo excluía de todo". "Tenía la sensación de que nada de lo que hiciera podía ser valorado".
Nano es despistado pero sensible, con una mirada brillante e inocente. "Su ensimismamiento, su imaginación, sus ausencias, su despiste, su timidez ... era lo que hacía que su apariencia fuese tan especial". Y es que " a Nano no le pasaba nada parecido a los hombres que conocía, y no podía compartir con ninguno sus sueños. Mientras él soñaba con ser un gran escritor, su padre y sus amigos anhelaban un camión más grande y más moderno."
En el colegio las cosas tampoco eran muy diferentes. Su facilidad para tropezar, sus mediocres notas, su aislamiento del resto de alumnos, su poca facilidad de palabra a la hora de expresarse y explicarse en público hacían de él el blanco perfecto de las burlas de algunos compañeros. De todas las asignaturas que tiene en la escuela, a Nano la que más le gusta es la clase de lengua. Don Rafael, "su profesor no sólo se dedicaba a enseñar el significado de las palabras y a construir oraciones correctamente, que ya era muy importante para la empresa que él tenía pendiente, además enseñaba a inventar historias, tanto de forma escrita como hablada". El problema con el que siempre se encontraba Nano es que nunca lograba terminar esas historias en la hora de clase que tenían, y es que su imaginación le llevaba a historias muy elaboradas en las que sus personajes corrían más de una aventura increíble. Pero un día el profesor de lengua, habló con él en privado y le dio "la oportunidad de acabar su relato con todo el tiempo del mundo, y no iba a desaprovecharla" porque "no podía dejar pasar esta oportunidad de demostrar a Don Rafael que era capaz de mucho más de lo que aparentaba en clase".
En este punto Mercedes nos demuestra de lo que es capaz en un relato infantil, demostrando su gran capacidad de imaginación. Y es que nos cuenta una historia (la que se inventa Nano para la clase de lengua) dentro de la propia historia. Ambas parecen querer interactuar y Nano encontrará un gran apoyo en su historia inventada para animarse y darse cuenta de lo que es y de lo que vale. "Si das rienda suelta a tu imaginación vivirás las historias más excitantes y solucionarás tus problemas más reales". Las dos historias son preciosas.
"El talento de Nano" es una historia muy emotiva e interesante. Te pones en el lugar de nuestro protagonista, y sufres con él las desventuras que le ocurren a lo largo de la obra, al igual que te emocionas cuando él lo hace, y ansías que todo salga bien y se haga justicia. Quieres que dejen de meterse con él, que le vean como tú lo ves a través de las palabras de Mercedes, que le demuestren su apoyo y que se relacione con gente de su edad para jugar, para estudiar, para reír. En definitiva, para vivir como se vive con trece años.
Mercedes, además, nos recuerda los sentimientos inocentes de lo que podríamos llamar el primer amor:
"Y allí estaba él, parado frente al palacio de su princesa, con un paquete entre las manos mucho más grande que su contenido y la sensación de que un gran ejército de hormigas recorría todo su cuerpo como si estuvieran posesas".
El resto de personajes aunque hacen acto de presencia, no son tan llamativos como Nano. Tenemos a un padre al que le gustan mucho los refranes, el hermano mayor en edad de preocuparse por sí mismo, una madre protectora, una prima que va evolucionando con la historia y descubriendo el ser humano que se esconde tras de Nano, los profesores del colegio que actuarán siguiendo unas pautas y no usando el sentido común, los compañeros de clase que actuarán como niños que son, etc.
Y es que Mercedes nos transporta a un mundo mágico, de ilusión y optimismo a pesar de los problemas. El talento de Nano es una historia de superación, de fe en uno mismo, de fantasía, de imaginación, de inocencia. Una historia que nos enseña valores como la amistad, el trabajo, el esfuerzo, el compañerismo, la solidaridad, las preocupaciones de los profesores respecto a sus alumnos, y las relaciones personales.
Tampoco nos podremos olvidar de la ley natural "esfuerzo - recompensa". Una historia donde unos padres logran ver los deseos reales de su hijo, y que son capaces de sacrificar mucho y sacar de donde no pueden con tal de que su hijo sepa que se preocupan por él, y que están ahí para ayudarle. Una historia que nos enseña que lo diferente no tiene por qué ser malo, y que no hay que tenerle miedo.
Y como no, nos muestra la relación de cariño, de amistad, e incluso de empatía que se forma entre Nano y Perro Weno. Una historia que nos habla de la honestidad, de los sueños y de la confianza en uno mismo para poder perseguirlos. "Debía seguir trabajando en lo que era su sueño para tener algo que ofrecer a los demás. Y lo único que creía hacer bien y le gustaba de sí mismo eran sus historias".
En definitiva, una historia muy entrañable con la que entretenerte y aprender o recordar cosas tan interesantes como:
"Al pasearse por aquella escena en la que se veía tan fuera de lugar, comprendió la diferencia entre el precio de las cosas y su verdadero valor".
"La grandeza de un hombre no se mide por sus éxitos, sino por su capacidad de lucha".
"El talento de Nano" es una historia que ningún niño debería perderse.
Me gusta lo bueno de la vida: leer, dormir, soñar, escuchar música, reír,...
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