Buenos días blogueros,
Pedro no tiene amigos. Sólo habla en el colegio con Hugo, su compañero de pupitre. Pero no puede tener grandes conversaciones porque Hugo sufre el síndrome de Asperger "que hacía que, a pesar de ser listísimo, distrajera su atención en cosas extrañas tales como contar árboles o aprenderse los códigos de barras de todos los productos que caían en sus manos". Por si no fuera poco, Pedro no duerme bien, se despierta a medianoche y en el colegio no rinde los suficiente. Le llaman despistado, idiota y cosas peores, y sufre acoso escolar (ahora muy conocido como bullying) especialmente de Gonzalo un niño grandote que la ha tomado con él.
Por otra parte tenemos a un elefante que milagrosamente sabe estar escondido y en silencio, al que Pedro encontrará y cuidará de la mejor manera que se le ocurrirá, teniendo en cuenta su corta edad y que no tiene con quién consultar sus dudas. Su relación será de confianza y lealtad.
Para más información:
Hoy martes cuatro de agosto me ha llegado el turno de contaros mis impresiones sobre EO, el libro del que realizamos una lectura conjunta en el mes de Julio.
SINOPSIS:
Entonces lo descubrió: le estaba mirando. Olvidó gritar, escapar o cerrar la boca, abierta por la sorpresa. No pudo apartar los ojos de su visión...». Así comienza la aventura más extraordinaria que un niño y un animal han vivido nunca, una historia de valentía y amistad en la que Pedro, un niño solitario, encuentra un animal escapado del circo y oculta su descubrimiento para conservarlo como amigo. Pero un elefante es un secreto difícil de ocultar... Luis Cerezo escribe un vertiginoso relato en el que un niño afronta una huida del dominio de los adultos y su universo controlado. Una fábula contemporánea que, desde el contraste entre la mezquindad y la ternura, entre la sinrazón y la amistad, entre la cruda realidad y la magia, cambia la forma de ver el mundo.
SU AUTOR: (sacado de http://www.luiscerezo.net/)
1969, Barcelona / Músico, Cineasta y Escritor
Desde muy pequeño escribía historias, y se evadía en juegos imaginarios que reproducía en su entorno visual cercano debido a un trastorno ocular que no fue detectado hasta los diez años.
Comenzó su precoz carrera profesional como batería a los quince años (1985). Dedicado a tocar en orquestas por las noches, al estudio de arte y al boxeo amateur, acostumbraba a participar en las jam sessions de la Cova del Drac, donde conoció a algunos de los grandes músicos de jazz del momento. tiempo después, tras asistir a un concierto de Elvin Jones, decidió abandonar su carrera como intérprete y fundó Bloc Visual (1996), corporación de empresas dedicada a la comunicación.
Inspirado por la revolución del cine digital, vendió sus participaciones en la compañía con la intención de producir su primer largometraje experimental, N@ufragos (2004). Fundó Cinelibre (2006), plataforma de producción alternativa inspirada en el cine de guerrilla, y redactó un manifiesto que promueve la autoría en solitario de guion, dirección, fotografía, música y montaje. Según dichas pautas, filmó tres largometrajes con micropresupuesto, piezas que, junto a su obra documental, han sido estrenadas en Madrid, Montreal, Bogotá, Varsovia y Shanghái.
En 2015 publicó su primera novela, Eo.
OPINIÓN:
Durante gran parte de mi vida profesional he trabajado como profesora particular (clases de apoyo, privadas, etc). Y gracias a todos esos maravillosos niños y niñas con los que he tenido el placer de interactuar (yo les enseño, pero también aprendo) he comprendido que no todos los que llaman la atención a gritos (dícese de los que se portan mal, sacan malas notas, pasan de todo), son malos. Tan sólo necesitan atención que no reciben (de los padres, de los hermanos, de los abuelos). Quieren a alguien que les escuche y que no se tomen sus problemas a la ligera, aunque a nosotros nos parezcan nimiedades. Y quieren sentirse escuchados. Pero escuchados de verdad. No les gusta sentir que hablan con la pared y los adultos les decimos "Sí, sí" sin tener muy claro a qué. Quieren ser parte activa de su entorno y en ocasiones no lo consiguen.
Esto es más o menos lo que le pasa a Pedro, el protagonista de EO. Pedro es un niño retraído, situación que se ve agravada cuando su padre se marchó de casa. Susana, su madre necesita trabajar y muy duro para sacarlo adelante. Es camarera en un restaurante de comida rápida y en más de una ocasión debe hacer turno doble. Casi no ve a su hijo pues se levanta temprano para ir al trabajo y no le da tiempo a ir a casa a la hora de la comida. Antes de marcharse le deja notas a Pedro para que sepa qué debe hacer (dónde está la comida y cómo calentarla, hacer los deberes, a qué hora acostarse, etc). Como veis, Pedro es un niño de diez años que pasa demasiado tiempo solo y al que le gustaría que su madre pasara más tiempo con él y que por supuesto tuviera tiempo para dedicarle.
Así que tenemos a un joven protagonista solitario y triste que miente continuamente para no afrontar la realidad. Pero no por ello deja de ser un niño de diez años, con sus ilusiones.
"A Pedro le hubiese gustado dejar de ser el niño con peor suerte del mundo, no tener miedo a hundirse en el agua y ser tan audaz como el cazador de piratas Zoro, que soñaba con convertirse en el mejor y más poderoso espadachín del mundo"
Por otra parte tenemos a un elefante que milagrosamente sabe estar escondido y en silencio, al que Pedro encontrará y cuidará de la mejor manera que se le ocurrirá, teniendo en cuenta su corta edad y que no tiene con quién consultar sus dudas. Su relación será de confianza y lealtad.
Eo es una historia que se desarrolla en Mérida. El libro cuenta con 304 páginas divididas en 36 capítulos cortos contados por una narrador omnisciente. La letra es muy grande, así que se lee muy rápido. Su prosa es una delicia: suave, encantadora, embriagadora y a la vez fresca, con un estilo muy natural, ágil y juvenil, siempre contado desde la perspectiva de Pedro.
Siendo sincera debo decir que este libro no es lo que yo esperaba. Es una historia diferente a la que me había planteado incluso antes de empezar a leer. La portada me daba la sensación de que nuestros protagonistas (Pedro y el elefante) disfrutarían de libertad, de diversión, de empatía, cariño, amistad y de no poder pasar el uno sin el otro. Imaginaba que Pedro era el mejor amigo del elefante y viceversa, que su relación era la que todos mantenemos con nuestras mascotas sean del tamaño que sean. Pero no es así.
Desde mi punto de vista el elefante es algo a lo que se aferra Pedro con tal de salir de esa vida tan insustancial y vacía que lleva día tras día. Es más una dependencia y una necesidad que un amigo. Y eso no me ha terminado de convencer. Por otra parte nos habla de ciertas cosas y no entiendo muy bien el motivo, porque el autor se queda en la superficie (como es el caso de los mejores payasos del mundo Bonaparte y Don Pepino, o de su amigo Hugo y su enfermedad) y creo que podrían haber dado mucho más juego a la historia.
¿Me ha gustado? Es difícil decirlo. EO nos habla de las redes sociales y el poder que tienen (velocidad, credibilidad, fama momentánea), toca el tema del bullying, la crisis, la desorganización familiar, la imposibilidad de compatibilizar adecuadamente trabajo y familia, etc. Y es indudable que estos son temas importantes en nuestra sociedad. La historia no está mal, aunque el final no me ha gustado. Además como digo no es lo que esperaba. Creía que iba a ser un cuento donde los finales son siempre felices.
Lo único que he podido ratificar es algo que ya pensaba. Los niños necesitan tiempo para jugar, tiempo con los adultos que les indiquen el camino a seguir, que sean un modelo para ellos. Y, por descontado, tiempo y espacio para vivir y disfrutar.
"Bastaba que cada uno buscara su propio camino para encontrar sorpresas maravillosas"
Para más información: